Queridos ladrones de historias... llegó la hora de finalizar este viaje donde conocimos al interesante pueblo de los Onas.
En esta última entrada, haremos un resumen de todo lo aprendido para que recuerdes lo más importante. Primero, que los Onas fueron un pueblo nómade que habitó por más de once mil años el extremo sur de nuestro continente, el territorio conocido como Tierra del Fuego y que actualmente pertenece a Chile y Argentina.
Pese a que los Onas eran nómades, construían chozas con pieles y palos para protegerse de las condiciones climáticas. Se alimentaban especialmente de guanacos pero también de frutos y vegetales que recolectaban, además de productos del mar. Los hombres se dedicaban a la caza utilizando arcos y flechas muy sofisticados; las mujeres, en cambio, se ocupaban de armar las chozas, del cuidado de los hijos y de la recolección. Aunque habitaban un lugar rodeado de mar, no desarrollaron técnicas de navegación.
Los Onas dividieron la Tierra del Fuego en distintos territorios a los que llamaban haruwen, cuyo tamaño dependía de los recursos naturales que existieran: si el territorio tenía recursos abundantes, era más pequeño y viceversa. Cada haruwen era habitado por una numerosa familia, de 40 a 120 personas, donde vivían juntos los padres, abuelos, tíos, etc., todos con un lazo consanguíneo. Los hombres buscaban esposas en otro haruwen y con el tiempo aumentó la poligamía, es decir, que un hombre podía tener más de una esposa. En la organización social no existía un líder, pero sí los ancianos eran muy respetados y las ceremonias eran dirigidas por el hechicero o jon.
Practicaban una religión monoteísta, es decir, creían en un sólo dios, al que llamaban Temaukel, pero también creían en espíritus buenos y malos y tenían muchas leyendas que explicaban los fenómenos de la naturaleza. Además practicaban algunos ritos, siendo el más conocido el llamado hain o hainaa, cuando hombres y mujeres pasaban a la pubertad. La típica imagen que la gente tiene de los Onas es la de cuerpos desnudos y pintados, y esto es porque para las ceremonias pintaban sus cuerpos con distintos diseños muy llamativos según su estado de ánimo.
El pueblo Ona no sobrevivió a la llegada de los colonizadores. A fines del siglo XIX comenzó a disminuir la población, debido principalmente a las grandes estancias ganaderas que fueron ocupando el territorio. Los Onas fueron victima de genocidio, es decir, de exterminio masivo, y la última mujer Ona de sangre pura se llamaba Ángela Loij y murió en 1974. Actualmente sólo quedan unos pocos mestizos.
En la siguiente línea de tiempo aparecen las fechas más importantes en la historia de los Onas:
Para terminar, te invitamos a realizar la siguiente prueba con todo lo visto. Abajo del vínculo, encontrarás las respuestas para que puedas revisar.
Prueba final de los Onas
Corrección Prueba Final
¡Gracias por acompañarnos en este viaje! ¡Pronto nos volveremos a encontrar!